Atrae el polvo y la suciedad como un potente imán.
Garantiza que no rayará ni la pintura más delicada. Dura años. No es necesario lavar ni tratar con producto. Cuanto más se ensucia, mejor funciona.
También es perfecto para mantener los coches en salas de exposición libres de polvo. Tiene más fibras que el California Car Duster con empuñadura de plástico.